BIENVENIDOS: PAZ Y BIEN

Este es un espacio de espiritualidad para quienes deseen profundizar en el Misticismo del Santo estigmatizado, conocer su vida Y sus dones extraordinarios. Descubrir cómo a partir de su experiencia de dolor y sacrificio dió un sentido salvífico al sufrimiento, viviéndolo desde el Amor y la identidad con Cristo.

Aprender de su tierna devoción a María, Madre de Dios, por quien recomendaba siempre empuñar el "Arma", es decir el Santo Rosario y rezarlo con frecuencia para la salvación de las almas. Recoger su herencia espiritual: Los grupos de oración, los nidos de oración, el Santo Rosario.

También queremos que este sea un medio que nos permita recibir sus pedidos de oración y recoger testimonios de la acción de Dios en sus vidas por intercesión de Padre Pío.

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lunes, 20 de septiembre de 2021

LOS ESTIGMAS DEL PADRE PÍO



El 7 de septiembre de 1910 Padre Pío estaba rezando bajo el olmo situado en Piana Romana cuando experimentó la primera aparición de los estigmas en manos y pies. Él mismo lo describió así a su superior, el padre Benedetto: “En el centro de las palmas de las manos apareció una mancha roja, del tamaño de un centavo, acompañada de un intenso dolor. También debajo de los pies siento dolor”.

Padre Pío no puede explicar ni comprender lo sucedido y esas manchas rojas le producen vergüenza, por lo que le pide a Jesús que haga desaparecer los estigmas visibles de su cuerpo. Jesús lo escucha. Las manos y los pies del fraile vuelven a estar como antes, sin señales y sin marcas, aunque el dolor no desaparece.

Fue el propio padre Benedetto, superior del fraile estigmatizado, quien le aseguró que “este hecho no significaba un abandono de Dios, sino que eran señales de su fino amor”, se trataba, por tanto, de los signos de los estigmas del Señor.

El fraile capuchino llevó en su cuerpo las cinco llagas de Cristo crucificado durante 50 años. Primero las sufrió de forma no visible, pero más tarde, quedaron impresas en su cuerpo para siempre.

Fue el 20 de septiembre de 1918, estando en oración en el coro de la iglesia, cuando Padre Pío recibe los estigmas visibles en sus pies, manos y costado. 

Los estigmas del Padre Pío eran heridas profundas en el centro de las manos, de los pies y en el costado. Los tenía, literalmente, traspasados, y de ellos salía sangre a diario. Padre Pío se convierte así en el primer sacerdote estigmatizado de la historia.


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"LOS NIÑOS SALVARÁN EL MUNDO" - Padre Pío

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«Oh Señor, por boca de los niños y lactantes reafirmas tu potencia contra tus adversarios, para aplastar al enemigo y al opresor» (Salmo 8)

NOVENA A PADRE PIO

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Festividad 23 de Setiembre (pulse en la imágen)

¿Quién es Padre Pío?. El Santo de los Estigmas de Cristo

Este seguidor de San Francisco de Asís nació en Pietrelcina el 25 de mayo de 1887, fué bautizado al día siguiente recibiendo el nombre de Francisco. A los 12 años recibió el Sacramento de la Confirmación y la Primera Comunión. El 6 de enero de 1903, cuando contaba con 16 años, entró en el noviciado de la orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone, donde el 22 del mismo mes vistió el hábito franciscano y recibió el nombre de Fray Pío.

Un acontecimiento que marcó intensamente la vida de Padre Pío fue lo que aconteció la mañana del 20 de setiembre de 1918, cuando rogando delante del crucifijo del coro de la vieja iglesia, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas. Los estigmas o heridas en manos, pies y costado fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes por medio siglo. Cincuenta años experimentando la humildad, la oración, el sufrimiento, el sacrificio.

El momento cumbre de su actividad apostólica era aquél en el que celebraba la Santa Misa. Los fieles que participaban en la misma percibían la altura y profundidad de su espiritualidad.
En el orden de la caridad social se comprometió en aliviar los dolores y las miserias de tantas familias, especialmente con la fundación de la Casa del Alivio del Sufrimiento, inaugurada el 5 de mayo de 1956.

Expresó el máximo de su caridad hacia el prójimo acogiendo, por más de 50 años, a muchísimas personas que acudían a su ministerio y a su confesionario, recibiendo su consejo y su consuelo. Era como un asedio: lo buscaban en la iglesia, en la sacristía y en el convento. Y él se daba a todos, haciendo renacer la fe, distribuyendo la gracia y llevando luz. Pero especialmente en los pobres, en quienes sufrían y en los enfermos, él veía la imagen de Cristo y se les entregaba.

Brilló en él la luz de la fortaleza. Comprendió bien pronto que su camino era el de la Cruz y lo aceptó inmediatamente con valor y por amor. Experimentó durante muchos años los sufrimientos del alma. Durante años soportó los dolores de sus llagas con admirable serenidad.
Cuando tuvo que sufrir investigaciones y restricciones en su servicio sacerdotal, todo lo aceptó con profunda humildad y resignación. Ante acusaciones injustificadas y calumnias, siempre calló confiando en el juicio de Dios, de sus directores espirituales y de la propia conciencia.

La muerte lo sorprendió preparado y sereno el 23 de septiembre de 1968, a los 81 años de edad. En los años siguientes a su muerte, la fama de santidad y de milagros creció constantemente, llegando a ser un fenómeno eclesial extendido por todo el mundo.
En Abril del presente año fue exhumado su cuerpo para el reconocimiento canónico con motivo del 40º aniversario de su fallecimiento, el cual está siendo expuesto ante la multitud de fieles que se congregan en San Giovanni Rotondo.

Padre Pío: un crucificado sin cruz.

Padre Pío: un crucificado sin cruz.
Durante 50 años llevó en su cuerpo los estigmas de Cristo.



Los estigmas del Padre Pío eran heridas profundas en el centro de las manos, de los pies y el costado izquierdo. Tenía manos y pies literalmente traspasados y le salía sangre viva de ambos lados, haciendo del Padre Pío el primer sacerdote estigmatizado en la historia de la Iglesia



LA ESPIRITUALIDAD DE LA CRUZ

La doctrina del sufrimiento purificador y la teología del dolor salvífico es el tema de fondo de la enseñanza del padre Pío en la dirección de las almas. Constituye su empeño personal en la subida hacia la santidad. Es un programa vivido y propuesto porque hunde sus raíces en el Evangelio y se refleja en la vida y en la doctrina de Cristo.

A simple vista impresionan los estigmas exteriores del padre Pío. Sin embargo, desde el punto de vista teológico, el fenómeno no es importante por su aspecto clínico, sino más bien por, su transfiguración total en Cristo crucificado y resucitado. La cruz, ocupa un lugar central en la vida del cristiano; y el estigmatizado lo comprendió, vivió y propuso. Su idea es clara sobre el Plan salvífico de Dios, que gira en torno a la cruz de Cristo redentor. El cristiano, comprometido seriamente en su propia santificación, debe aceptar ese mensaje, imitar ese estilo de vida, encontrarse vitalmente con Cristo crucificado, con sencillez.

La cruz llevada por Cristo es la expresión más real y auténtica de la pertenencia a su reino. Sólo se es cristiano de verdad en la medida en que se acepta la cruz como opción fundamental de vida: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará» (Mt 16,24).

El Programa de Espiritualidad de San Pío

La vida de Padre Pío estaba centrada en el misterio de la Pasión y muerte de Jesús, aprendió de él, enseñó en la Escuela del dolor, del Sacrificio y de la Cruz, en la que nuestras almas sólo pueden santificarse.

En la cruz se manifestó a los cristianos, el «Evangelio del sufrimiento». La realidad del sufrimiento está desde siempre ante los ojos, en el cuerpo, en el alma y en el corazón de cada uno de nosotros. Fuera del área de la fe, el dolor ha constituido siempre el gran enigma de la existencia humana. Pero desde que Jesús, con su pasión y muerte, redimió al mundo, se abrió una nueva perspectiva: “mediante el sufrimiento se puede progresar en la entrega y alcanzar el grado más elevado del amor, gracias a aquel que nos amó y se entregó por nosotros".

El principio de la fe cristiana es la fecundidad del sufrimiento y, por tanto, la invitación, hecha a todos los que sufren, a unirse a la ofrenda redentora de Cristo. El sufrimiento se convierte así en ofrenda, en oblación: como aconteció y acontece en tantas almas santas. Especialmente los que se hallan oprimidos por sufrimientos morales, encuentran en los sufrimientos morales de Jesús el sentido de sus pruebas, y entran con él en Getsemaní. En Él encuentran la fuerza para aceptar el dolor con abandono y confiada obediencia a la voluntad del Padre. Los discípulos de Cristo tienen el privilegio de entender el valor salvífico en el Evangelio del sufrimiento, ya que en el se esconde una particular fuerza que acerca interiormente el hombre a Cristo. Quien sigue a Cristo, quien acepta la teología del dolor, sabe que al sufrimiento va unida una gracia preciosa, un favor divino, aunque se trate de una gracia que para nosotros sigue siendo un misterio. Ahora bien, la fe nos lleva a aceptar este misterio y, a pesar de todo, infunde paz y alegría en el alma de quien sufre.


Misión de San Pío: Apóstol del confesionario.

En todo el contexto de la vida y la espiritualidad de Francesco Forgione, el Santo Padre Pío, se ofreció como víctima de amor en el altar, donde vivía la pasión de Cristo, y en el confesionario, donde vivía la compasión (precisamente en el sentido etimológico de «padecer con») con el pecador. Se identificaba con Cristo en la inmolación eucarística, y con el penitente en el confesionario, para reconciliar a las almas con Dios.

El padre Pío fue un gran apóstol del confesionario; ejerció el ministerio durante cincuenta y ocho años, horas y horas, dedicado a los que acudían a él: hombres y mujeres, enfermos y sanos, ricos y pobres, eclesiásticos y seglares, procedentes de lugares cercanos o lejanos. En su causa de canonización este es ciertamente su mayor título de gloria, la confirmación de su santidad y el ejemplo más brillante que dejó a los sacerdotes de todo el mundo, de este siglo y de los futuros.

Padre Pío: el Cura de Ars de hoy

En la víspera de la visita del Papa Benedicto XVI a San Giovanni Rotondo en donde están los restos mortales de San Pío de Pietrelcina; el postulador de los franciscanos capuchinos, P. Florio Tessari, señaló que este santo sacerdote "es el cura de Ars de hoy" porque ambos vivieron teniendo como centro de todo a la Eucaristía y se entregaron a sus fieles en el confesionario.
En entrevista concedida a L'Osservatore Romano, el P. Tessari resaltó, al iniciarse el Año Sacerdotal decretado por el Papa en ocasión del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, las similitudes de este santo con el Padre Pío de Pietrelcina, santo estigmatizado a quien el Pontífice visitará este domingo 21 de junio.
"El Santo Cura de Ars hacía la misma cosa que el Padre Pío: celebraba la Eucaristía y se ponía a disposición para administrar el sacramento de la reconciliación. Quienes llegaban a San Giovanni Rotondo, buscaban al Padre Pío como quienes buscaban al Cura de Ars.
Seguidamente comentó como el Padre Pío fue, "un fraile, un sacerdote religioso que ha vivido con profunda observancia los consejos evangélicos: castidad, obediencia y pobreza, ha sufrido en silencio en las dificultades como un auténtico Cireneo y ha sido al mismo tiempo un crucificado sin cruz".
Ambos tenian el don de entrar en el corazón y la conciencia de los fieles y leer sus pecados, logrando muchas conversiones.

Santo Cura de Ars y Padre Pío

DOCUMENTAL ACERCA DE LOS MILAGROS Y CARISMAS DEL PADRE PIO

Programa Cuarto Milenio de España

Parte 1

Parte 2

Parte 3

Parte 4

Parte 5



EL SUFRIMIENTO OFRECIDO A CRISTO COMO CAMINO DE SANTIFICACIÓN.

Monseñor Wilfredo Peña explica de una manera muy amena sobre la Doctrina de Padre Pío, quien aceptó el sufrimiento para purificar el Alma y configurarse a Cristo.

Programa producido por EWTN: "Camino a la Santidad".

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Bendición de Padre Pío

Bendición de Padre Pío
AUDIO

Grupo de oración San Pío de Pietrelcina - Lima -PERU

El Grupo de oración San Pío de Pietrelcina se fundó el 8 de Febrero del 2008; en la Parroquia San Norberto bajo la guia espiritual del Párroco Sandro Carbone; tomando como modelo e intercesor al Santo estigmatizado quien ofreció su vida, sus dificultades, sufrimientos físicos y espirituales por la conversión de los hombres y la santificación de la iglesia, con un Espíritu de humildad, obediencia, amor, alegría y esperanza en las promesas de Cristo.

Nos reunimos los viernes y participamos en la Celebración Eucarística, oramos por las intenciones del Papa, por nuestros pastores, por las necesidades de la Iglesia, rezamos la Novena al Sagrado Corazón de Jesús. Reflexionamos en la Palabra de Dios y profundizamos en la espiritualidad de San Pío.

Puede enviarnos sus intenciones para orar por Usted a:
psn.gruposanpio@gmail.com

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