IMPORTANCIA DE LA CONFESIÓN
En el Catecismo de la Iglesia Católica se sigue recomendando vivamente el sacramento de la penitencia o de la reconciliación. Un verdadero milagro de amor.
Muy duro es pedir perdón a los hombres y muy grave para los cristianos no hacerlo ante Dios. Y sin pedir perdón y perdonar, no hay ni habrá nunca paz.
Pocas cosas nos cuestan tanto trabajo como reconocer un error y pedir perdón
CITAS BÍBLICAS
- Y eran bautizados de él en el Jordán, confesando sus pecados. (Mt 3, 6)
- Muchos de los que habían creido, venían, confesando y dando cuenta de sus hechos (Hch 19,18)
- Y salía a él toda la provincia de Judea y de Jerusalen, eran todos bautizados por él en el rio Jordán, confesando sus pecados. (Mc 1,5)
- y conocereís la verdad y la verdad los hará libres. (Jn 8,32)
¿Por qué tenemos que confesarnos de la forma como lo hacemos y con un sacerdote?
En la Biblia Católica, dice: “Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra será atado en los cielos, y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos” (Mt 16, 18-20)
Palabras de trascendental importancia dogmática pues en ella se basa la jefatura del Papa , su poder de legislar y la seguridad de que a la barca de Cristo no habrá tormenta que la hunda.
¿Por qué la confesión debe ser frecuente?
Hace poco, tras una reunión de niños con el Papa una niña le pregunta ¿ Por qué hay que confesar frecuentemente? El Papa respondió: Y ¿Por qué barre y limpia la casa tu mamá todos los días? Aunque tenga poco polvo y suciedad la limpia sin esperar a que la casa huela mal y se convierta en una pocilga. Como el polvo, las pequeñas ofensas ensucian el alma y las amistades, y poco a poco esta suciedad, si no la eliminamos, nos acarreará serios disgustos. Recordemos que los pecados veniales son la antesala de los mortales.
¿De qué nos confesaremos?
a)En primer lugar de los pecados mortales: no matarás, no robarás, no mentirás,…es decir, los de siempre. Estas negaciones no son más que unos límites mínimos que nunca deberíamos traspasar. Pero el cristianismo no es una religión de negaciones. Los más importantes de todos los mandamientos, del cual penden todos los demás, son: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
b)En segundo lugar, de los pecados contra el amor. Los religiosos y los laicos que se confiesan varias veces al mes y comulgan diariamente se confiesan casi únicamente de los pecados de amor. Cuando muramos- decía San Juan de la Cruz- “solo se nos examinará de amor” El catolicismo es, pues, una religión – posiblemente la única- que se resume en una sola palabra: AMOR. El buen hijo nunca miente, roba, maltrata u ofende de cualquier otra forma a su Padre, pero el Padre no se conforma con eso, quiere ser amado, que se le trate con cariño, que nos acordemos de su cumpleaños, le quitemos trabajo, le hagamos un regalito de vez en cuando, mantengamos conversaciones con él. Tampoco olvidemos, dijo Cristo, que “El que me ama es el que cumple mis mandamientos” Para lo conflictos humanos la receta es siempre una receta de amor: ama y te amarán; gruñe y te gruñirán; alaba y serás alabado.
c) Hay otras muchas cosas de las que ni se nos ocurre confesarnos: a) De no hacer nuestros trabajos con la mayor perfección posible, de las chapuzas. Un tornillo mal puesto puede acarrear un accidente de coche; b) de conducir peligrosamente o con dos copas de más. No matarás. c) De perder nuestro tiempo y hacérselo perder a los demás, una forma de robo como otra cualquiera,. d) De no hacer la vida amable a los demás gruñendo, criticando, murmurando, sin decir una palabra de estímulo o amable a nadie; cosas que no matan pero hacen la vida triste…
d) También tenemos olvidados a los gravísimos pecados de omisión. A veces lo más grave no es lo que hacemos bien o mal, sino lo que pudiendo hacer no hicimos. Lc 12, 46-48 nos dice : “Ese siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no se preparó ni hizo conforme a ello, recibirá muchos azotes....A quien mucho se le da , mucho se le reclamará, y a quien mucho se le ha entregado, mucho se le pedirá”. La parábola de los talentos es más que expresiva
Fuente: autorescatolicos.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario